La madera, como la mayoría de los materiales, ha recibido desde antiguo diferentes tratamientos estéticos y protectores. Aunque no siempre, al plantear su recuperación, la primera etapa del trabajo consiste en la eliminación de los diferentes tratamientos superficiales, bien sean barnices o pinturas (en base acuosa, oleaginosa, polimérica,…).
Tradicionalmente, para retirarlos se han empleado disolventes, decapantes, tratamientos térmicos, etc., acompañados del raspado de la superficie mediante espátulas, cuchillas y lijas.
En determinadas situaciones, el decapado por proyección de abrasivos a baja presión puede resultar apropiado para la eliminación de estos tratamientos superficiales, bien sea como método único o complementario de los tradicionales.
La viabilidad de un decapado de madera por proyección de abrasivos depende de las propiedades y características del material, de su estado de conservación y de la composición, adherencia y dureza de los barnices y pinturas que se intentan eliminar.
Por nuestra experiencia en estas aplicaciones y por las de algunos de nuestros clientes, el producto más apropiado en estos trabajos es el silicato de aluminio en sus diferentes medidas. Dependiendo de la superficie los equipos más habituales son el KP500 (pistola de succión), las máquinas BM-7 y las máquinas BM-18 acompañadas de un post-enfriador.
Los requerimientos de compresor suelen ser moderados al trabajar habitualmente con bajas presiones; oscilan desde los 300 litros/minuto de caudal para la pistola de succión, y de 500 a 1200 litros/minuto para una máquina a presión directa. Equipos menos comunes para decapar madera con decoraciones en relieve son los microabrasímetros que permiten una acción puntual y localizada al utilizar boquillas de entre 0,8-1,8 mm.
En este video se muestran varias limpiezas y decapados de madera
mediante proyección de abrasivos a baja presión
Otra aplicación de la proyección de abrasivos en el tratamiento de madera consiste en acabados estéticos, principalmente el envejecimiento —marcar y profundizar la veta blanda—. En estas situaciones las partículas de silicato de aluminio pueden ser apropiadas, aunque con microesfera de vidrio se consigue un acabado que reduce o evita procesos posteriores de lijado.
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